Los creadores de documentales son las personas que mas se han beneficiado del influjo de servicios de estreaming. No es muy fácil convencer a la gente de que vaya a ver un documental en el cine, a menos que tu numbre sea Michael Moore. Por lo tanto, han aprovechado la plataforma para poner a la disposición de los suscriptores su trabajo. Si te aventuras en los indices de los documentales, encontrarás varias joyas, entre las que se encuentra…
Searching for Sugar Man (2012)
Dirigido y escrito por Malik Bendjelloul
Netflix
Existen muchos tipos de documentales. Por alguna razón, los documentales de la guerra o de las cosas malas que están pasando en el mundo son los mas populares. Nos gusta sentirnos mal por unos momentos para luego olvidarnos del problema. Searching for Sugar Man es uno que, en momentos puede ser agridulce, la mayoría del tiempo me dejó fascinado y con un poco mas de esperanza por la humanidad.
El documental tiene una premisa básica: dos surafricanos unen esfuerzos para tratar de descubrir el paradero de un héroe musical de Sur África, Rodríguez, quien fue la voz de la revolución para muchos Afrikaans durante el apartheid. Su letra anti-establishment inspiró a muchos a luchar contra el gobierno racista. Pero, ¿quién es el famoso artista de Detroit, Rodriguez? El que haya escuchado de Rodríguez antes de este documental se lleva 10 puntos reservados para Gryffindor. Nadie, fuera de algunas personas en Detroit en los 60 conocen de él. Excepto por los millones de personas que lo escuchaban en Sur África.
La búsqueda de este enigmático y elusivo artista le da fuerza al documental. Pero, entre la historia de las personas que lo buscaban y entrevistas a personas que lo conocieron y trabajaron con él, hay momentos en los que el documental nos da espacio para escuchar la música de este poeta de la urbe. Su letra se va a los puños con artistas similares de la época, como Bob Dylan, y pinta un retrato de una ciudad un poco mugrienta y corrupta. Es interesante como descubrir la música de Rodríguez,en estos momentos por los que está pasando los Estados Unidos. Nos demuestra que las cosas no cambian mucho.
Pero lo interesante de este filme es como un artista que nadie conoció en los Estados Unidos, hizo una música que tuvo una resonancia con un grupo de revolucionarios culturales, en otro continente, luchando por eliminar el apartheid. Ahora bien, esta historia no es sobre el sufrimiento de los marginados durante el apartheid ni es una clase de historia o de relaciones raciales, sino la historia fascinante de Sixto Rodríguez y su impacto sobre una estrata social.
No sé ustedes, pero el tema de “The Establishment Blues” me suena un poco a “Mister con Macana” de Roy Brown. Por lo menos se siente como el mismo feeling de descontento.
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