17 de julio de 2015
Alejandro Díaz
Lo que ha caracterizado el universo cinemático de Marvel es su disposición a tomar riesgos. Recuerdo pensar cada vez que anunciaban una película “¿en serio? ¿cómo van a hacer eso?”. Me pasó con Thor, Iron Man, Hulk (el segundo intento) y obviamente Guardians of the Galaxy. Como parte de su nueva fase Marvel se apresta a agrandar su universo para así dejar atrás a los héroes que le brindaron sus primeros éxitos taquilleros. En esta nueva fase conoceremos personajes que nunca han sido presentados en la pantalla grande como Dr. Strange, Black Panther y, el primero en hacer su debut, Ant-Man.
Ant-Man nos cuenta la historia de Scott Lang (Paul Rudd), un ingeniero eléctrico que tomó el camino incorrecto en la vida ya que era un notorio ladrón de bancos y grandes corporaciones. Lang está al borde de perder todo, pero más importante su hija, cuando Hank Pym (Michael Douglass) llega a su vida, uno de los principales científicos del mundo, envidiado hasta por Howard Stark cuando trabajaban juntos en S.H.I.E.L.D. Pym crea una fórmula que tiene la capacidad de encoger a un ser humano al tamaño de una hormiga pero aún manteniendo la fuerza de un hombre de tamaño normal. Por su avanzada edad, Pym se ve obligado a reclutar a Lang para poder confrontar a su protégé, Darren Cross (Corey Stoll), quien busca recrear la tecnología de Ant-Man para poder venderla como un arma militar.
Prefiero no darles más detalle de la trama. No porque sea sumamente original o esté llena de giros inesperados, sino porque no es necesario revelarlos para reseñarla. El plot de esta película es bastante straight forward. Es una película de redención y vindicación para los personajes principales, quienes buscan rescatar las vidas que tanto añoran.
Para los fanáticos del MCU, Ant-Man está repleta de referencias a las películas anteriores, pero esto es lo único que la ata a este universo. Esto lo encuentro positivo ya que al ser un personaje nuevo necesitábamos los 117 minutos completos para encariñarnos con Lang y creer que Paul Rudd es merecedor de nosotros creer que es un superhéroe. Por mi parte lo logró. En pantalla no vi al hermanastro de Alicia Silverstone en Clueless o al novio de Phoebe en Friends, vi a Ant-Man.
El resto del elenco hace un trabajo de primera, en especial Michael Peña como el mejor amigo de Lang. A pesar de que la mayoría de la película es una comedia, Peña y T.I (sí, el rapero) desempeñan el rol de comic relief de manera sobre saliente. Mientras, Corey Stoll nos hace odiar su personaje de principio a fin.
A pesar de un comienzo lento, Ant-Man finaliza de manera espectacular y por ende le otorgo 7 de 10 hormigas. By the way, hay DOS escenas luego de los créditos, una mid credits y una al final. No se vayan del cine hasta que apagen la pantalla
