A nadie le gusta que le digan la verdad en la cara. Es naturaleza humana. En especial cuando hablan de nuestra cultura. Puede ser una observación amigable e inocente, pero si está hecha por un extranjero, puede provocar la ira en contra del ejecutor. Por eso hay gente que se sienten incómodas y prefieren no tocar el tema, para no ofender. Al menos que seas el comediante Ronny Chieng y te importe un carajo.
Con solo leer el título del especial, sabes que los “truth bombs” de la cultura Norteamericana van a ser el detonante (insert military enforcement joke here). Ronny Chieng: Asian American Destroys America! se puede definir como una mezcla entre, ¿Eso fue un chiste racista? y ¡Es gracioso porque es verdad!.
Tengo que admitir que fue hace poco que conocí la comedia de Ronny Chieng. Y fue por la sugerencia del algoritmo glorioso de Netflix. Jamás había escuchado de él, pero siento que voy a ser su fan de por vida. Al hacer un poco de research, descubrí que trabaja en mi dream job, The Daily Show, y entonces todo hizo click. Lo primero que me llamó la atención fue su acento asiático. Es uno bien marcado y me recuerda que la minoría tiene algo que decir. Además, tiene licencia para decirte toda la cruda verdad y tú te vas a reír. No solo de sus chistes, sino que te vas a reír de ti.
Sin perder el tiempo, pasa a criticarnos como sociedad y se enfoca en la absurda obsesión de querer necesitar estar conectado al internet todo el tiempo. Luego hace el pronóstico de que, al igual que le pasó a los cigarrillos, donde en la década de los cincuenta todos pensaban que era un producto “súper” saludable, así nos pasará con el Internet – Uy, esa señora está usando el internet al frente de un bebé recién nacido. Qué descaro. De acuerdo a Chieng, así de ridículos nos veremos en el futuro.
Nos cuenta de cómo todos los Asiáticos se mueren por vivir en los Estados Unidos. La ciudad hermosa, donde todo es posible, pero también es cuna de millones de personas que odian absolutamente todo (al parecer venir de una cultura opresora hace que esa actitud no tenga sentido).
También toca temas como los anti-vaxxers (personas que están en contra de las vacunas), su vida de casado, y por supuesto, los hipsters, balanceando el especial criticando a todo el mundo por igual sin piedad. Aunque en verdad es que lo hace para quitarle el puño de la cara a la raza blanca, al menos por un segundo.
Sus comentarios pueden rozar en disparate, pero eso es exactamente lo que Chieng quiere resaltar. Lo absurdo que son nuestras necesidades y problemas de primer mundo. Una cultura obsesionada por el exceso y la inmediatez. Cada día es Navidad y NECESITAMOS algo nuevo. Llegamos al punto que nos desesperamos con servicios rápidos como Amazon Prime y Uber Eats. Pero no es suficiente: ¡Lo necesitamos todo y lo necesitamos ya!
Volvemos, cosas de primer Mundo.
Además discute cómo sus padres deseaban que él fuera Médico (¡Sé lo que estás pensando!). Pero nos explica que no era para ayudar a la gente, para nada, lo único que querían es que hiciera mucho, pero mucho, dinero. También nos explica porqué cree que los asiáticos serían los mejores referís en una batalla de raza entre los negros y los blancos. Y déjenme decirles, tiene unos puntos muy válidos.
A lo largo del especial dirás: ¡Eso es verdad! y luego dirás Si me río, ¿eso significa que soy racista? a lo que te contesto: No. Pero es gracioso porque es verdad.
Así que disfruta de la verdad, deja en la gaveta la rabia políticamente incorrecta por un rato y riámonos de todo el mundo.
Por igual.
Comediante: Ronny Chieng
Director: Sebastian DiNatale
Plataforma: Netflix
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